Entre un gallo que se arrepiente después de coronarnos como campeones del fentanilo, y, una gallina descabezada según los usos y costumbres, ¬¬¬¬¬¬–recordar que también eran usos y costumbres sacrificar a presos y arrancarles el corazón, o más recientemente abrirse paso a balazos en las cámaras legislativas–, y la movilización estudiantil más grande en EUA desde las protestas contra la guerra en Vietnam; transcurre la nueva guerra no tan fría. El choque de dos mundos. En México quienes analizamos la realidad y la vivimos, nos movemos en dos mundos paralelos. En uno el tema decisivo son las elecciones y sus protagonistas. En el otro, todo está marcado por la violencia y por la presencia desquiciante del crimen organizado. Los que no tienen el privilegio de analizar la realidad sino sólo de vivirla, saben cuán lejanas están las narrativas electorales de las vivencias personales. Elecciones. Aun así, muchos ciudadanos votarán el 2 de junio. Afortunadamente. Nada peor que ceder ante las amenazas, las extorsiones y los asesinatos. Corrijo. Hay algo peor: no darse cuenta, o fingir que no existen, las amenazas, las extorsiones y los asesinatos. Poli..what? El uso cada vez más frecuente de la idea de la policrisis como señala Adam Tooze -el promotor del término-, proviene de que existen muchas fuerzas que interactúan pero cuya combinación de shocks excede nuestra capacidad para proveer una explicación coherente. En esas circunstancias, ¿cómo diseñamos buenas políticas, y cómo medimos y sopesamoslos medios y los fines? ¿Seguridad? Bajo el concepto de crisis de seguridad que corresponde a una batería de síntomas, se descubre cada vez de manera más flagrante el síndrome de un estado que se desfonda. Ahora con el lenguaje inventado por los nuevos políglotas de la construcción civil, dícese que cuando se desploma una gigantesca estructura, “se desliza al suelo”; podríamos usar ese agraciado concepto y decir que se trata de un estado que se desliza peligrosamente. Loa suizos. Esta pretensión sofisticada en los medios académicos de ponerle nombres pegajosos a las cosas lleva a proponer la estrategia de la navaja suiza. Como se sabe una navaja suiza estándar contiene un cuchillo, un destornillador, una tijera, un abrebotellas y una lima. Así es que se refieren a enfrentar la crisis con múltiples soluciones. Las frutas maduras. Me gusta más la estrategia que propone Tooze quien critica la estrategia de la navaja suiza porque supone que las soluciones que buscamos para enfrentar una crisis compleja las tenemos ya integradas en un marco general, que es justamente lo que carecemos. En consecuencia una solución más modesta es que, dada nuestras carencias sobre las interacciones entre los distintos elementos, tenemos que ensayar muchas soluciones pero en tiempo real, es decir enfrentando riesgos peligrosos. Por eso es mejor tomar soluciones a la mano que cuestan poco y que ya existen aunque no sean las óptimas. A esto le llama Tooze el escenario de las frutas que cuelgan a baja distancia. “A la mejor las frutas que están en lo alto del árbol son más jugosas y de mejor calidad” , pero las de abajo están bien y con bajo riesgo. En mexicano viene como anillo al dedo la expresión usada, con múltiples significados, “se cae de bueno/a/e”. Recupera la gobernabilidad y reducir la inseguridad pasa por la recuperación de los territorios, desde abajo. Desde las estructuras comunitarias. Aquí retomaré en mí próxima entrega la manera como el General Lázaro Cárdenas implantó la reforma agraria, porque me parece ahí se encuentran los elementos para enfrentar la violencia que nos aflige hoy desde una estrategia geopolítica. Es tiempo del hic et nunc (literalmente aquí y ahora) que sirve para llamar la atención sobre la necesidad de pensar las cosas desde la realidad y no dejarse llevar por teorizaciones abstractas. (Wikipedia)
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